LIMPIEZA
TRACTO DIGESTIVA E INTESTINAL
“purgar los
intestinos elimina la fuente del veneno, y permite así que la sangre y la
energía se regeneren naturalmente. Limpiando los intestinos reparamos el
cuerpo”.
[Chai
Yu-hua]
El actual
estilo de vida impone una enorme sobrecarga tóxica a nuestros órganos y
glándulas vitales. El estómago se halla constantemente atiborrado de alimentos
desnaturalizados ingeridos en combinaciones incompatibles; el hígado está
inflamado y sobrecargado por el esfuerzo de descomponer ingentes cantidades de
grasas y proteínas animales además de drogas y venenos; el páncreas se hincha
hasta un volumen anormal debido a la constante demanda de enzimas para poder
digerir los alimentos carentes de ellas, y el colon se va revistiendo con capa
sobre capa de un engrudo pegajoso que emponzoña la sangre.
EL COLON: ¿ALCANTARILLA O POZO NEGRO?
De todos
los órganos vitales del cuerpo, el que sufre las peores consecuencias de los
hábitos dietéticos modernos es el colon. La naturaleza diseñó el colon para que
funcionara como un sistema de alcantarillado por el que los residuos de la
digestión pudieran ser prontamente eliminados del organismo. En vez de eso, se
ha convertido en una especie de pozo negro estancado, el equivalente
fisiológico de un montón de basura en descomposición o de un retrete atascado
que sigue utilizándose para defecar. Hoy en día, el colon del varón
norteamericano medio lleva en su interior unos dos kilos y medio de carne roja
putrefacta y semidigerida, más una cantidad de entre dos y cinco kilos de
desechos tóxicos acumulados durante años en los pliegues del colon.
¿Por qué
los residuos tóxicos de una mala alimentación consumida en combinaciones
inadecuadas se acumulan en el colon? V. E. Irons lo explica en su boletín de la
siguiente manera:
Cuando un
alimento no saludable o dañino para el cuerpo llega al estómago, éste envía de
inmediato una advertencia a los Productores de mucosidades: «Atención, se
acerca el enemigo!». Sabemos que las mucosidades empiezan a ser producidas de
inmediato y que el colon queda recubierto de ellas. Cuando los alimentos
tóxicos procedentes del estómago llegan por fin al colon, al cabo de 12 a 18 horas, este último se
halla preparado para recibirlos, revestido con una capa de mucosidades para
impedir que el cuerpo absorba las toxinas. Si esto sucediera una o incluso unas
cuantas veces al mes, las mucosidades, tras haber cumplido su misión, se
desintegrarían y serían expelidas lentamente del colon sin causar ningún
perjuicio.
Pero ahora
resulta del todo evidente que la naturaleza jamás dispuso este mecanismo
defensivo para ser utilizado con la constante frecuencia con que se utiliza
hoy... El resultado es que se va segregando capa tras capa hasta que su
acumulación alcanza un espesor de entre 3 y 6 mm . En ocasiones, estas
capas llegan a alcanzar un grosor de hasta 9 e incluso 12 mm , volviéndose tan duras
y negras como un pedazo de viejo caucho endurecido de esos que se ven en las
cunetas de las carreteras, arrancados de un neumático de camión...
Hemos
tenido muestras conservadas en alcohol cuya longitud iba desde varios
centímetros hasta unos cuantos palmos; la más larga de ellas pasaba de 8 metros en una sola
pieza. A veces salen como una masa que llega a pesar hasta 6 kilos, y continúan
saliendo durante varios días, hasta una semana seguida...
Sea cual
sea su situación económica, sea cual sea su anterior historial médico, sea
cual sea su sexo o su edad, usted (y me refiero al lector) también lleva estas
mucosidades endurecidas en su colon, y le asombraría constatar lo que puede
salir de su cuerpo.
Incluso el
Servicio de Sanidad de los Estados Unidos, en una rara muestra de franqueza,
admitió hace unos años que «más del 90 por ciento» de los norteamericanos van
por la vida con el colon obstruido. Irons cita la experiencia de uno de los más
célebres y respetados cirujanos de la historia norteamericana, el Dr. Harvey
Kellogg, de Battle Creek, Michigan, quien escribió: «En las 22.000 operaciones
que he realizado personalmente, ni una sola vez he encontrado un colon normal».
Y eso era a comienzos de siglo, mucho antes de que los hábitos alimentarios
norteamericanos estuvieran tan completamente corrompidos como hoy por los
alimentos elaborados y desnaturalizados. Tal y como lo expresa Irons, «prácticamente
el único sitio donde puede verse hoy un colon normal y sano es en un libro de
anatomía».
La figura
2.1 muestra un colon sano y normal, tal y como aparece en los libros de
anatomía. Compárelo con los distorsionados intestinos
Figura 2.1
Colon sano y normal
Figura 2.2
Tres
característicos cólones modernos de la
figura 2.2, que nos presenta las reproducciones de radiografías reales del
colon de personas en apariencia sanas. Fíjese en las tortuosas vueltas y
revueltas del intestino, en las enormes bolsas de mucosidades incrustadas y
heces atrapadas, en las secciones comprimidas y marchitas que han degenerado
por completo. ¿Impresionante? Pues tome buena nota, porque hay un 95 por ciento
de probabilidades de que esté usted contemplando un reflejo de su propio colon.
Todo lo que
entra debe salir..., tarde o temprano. Entretanto, puede pasarse años
pudriéndose dentro del cuerpo y causarle graves enfermedades o incluso matarle.
La toxemia
es el verdadero culpable de casi todas las dolencias crónicas y enfermedades
degenerativas. Eso explica, por ejemplo, por qué entre las personas expuestas a
precisamente las mismas condiciones climáticas hay unas que «cogen» un
resfriado mientras que otras permanecen inmunes. La culpa no es de los
«gérmenes», como aseguraba Louis Pasteur, pues gérmenes de todas clases flotan
constantemente en el aire e invaden en todo momento nuestra comida y nuestra
agua. Es la falta de una resistencia normal, debida a la autointoxicación de la
corriente sanguínea, lo que abre una «ventana de vulnerabilidad» en el cuerpo y
posibilita la invasión de los gérmenes.
Cualquier
persona que quebrante habitualmente las leyes de la naturaleza acabará en
último término sentenciada a enfermedad crónica y muerte prematura por la Madre Naturaleza.
Ninguna clase ni cantidad de fármacos, cirugía u otros tratamientos médicos
podrá salvarle de la autoimpuesta pena de muerte por autointoxicación. La única
forma de conseguir un indulto es mediante el «buen comportamiento», lo que significa
una reforma profunda de los malos hábitos.
Aun así,
resulta ilusorio suponer que para eliminar estas obstrucciones fétidas y
expulsar las toxinas incrustadas en el colon basta con adoptar una dieta a base
de salvado, vegetales crudos y otros alimentos fibrosos. El salvado y los
vegetales crudos contienen tanta fibra que no pueden pasar por los minúsculos
agujeros que quedan libres para el paso de las heces en la mayoría de los
cólones.
Lo que
ocurre entonces es que la fibra se atasca, se descompone y agrava aún más el
problema. Es inútil lanzarse a un programa dietético nuevo sin haberse librado
antes de los desechos incrustados y residuos tóxicos que las anteriores
costumbres alimenticias han hecho acumular en el canal digestivo. Y esto sólo puede
conseguirse de una manera: mediante el ayuno y la limpieza intestinal con
irrigaciones colónicas. Cuando quiere ponerle aceite nuevo al motor de su
coche, no se limita a verterlo encima del aceite sucio, sino que primero extrae
todo el lubricante viejo. Lo menos que puede hacer es tratar su cuerpo con el
mismo respeto y atención que concede a su automóvil.
Tal y como
dice V. E. Irons, «probablemente seguirá usted consumiendo combinaciones de
alimentos incompatibles durante tanto tiempo como viva, de modo que seguirá
necesitando una serie de limpiezas de colon». En su libro Colon Health: The
Key to a Vibrant Life, el Dr. Walker, de 116 años de edad, es igualmente claro:
La
eliminación de los alimentos no digeridos y otros productos de desecho es tan
importante como la correcta digestión y asimilación de la comida... El régimen
más perfecto no dará mejores resultados que el más malo si el sistema de
alcantarillado que es el colon se halla obstruido por una acumulación de
residuos corrompidos.
Si deseas combatir esta situación, estamos para ayudarte con la medicina preventiva , medicina holistica , lograras la salud integral.
Este escrito es sacado en su totalidad del libro el Tao de la salud,el sexo y la larga vida. de DANIEL Reid.
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